14.5.16

Entrevista con la abuela Rita Pikta, Akaska, miembra del Consejo de las 13 abuelas indígenas.


"No hay quien baile mejor o peor que yo"


Nací en un barco de pesca, en una isla de 6 km2,en Alaska, soy yupik. Viuda, me queda una hija y 6 nietos. Fui la primera persona en Alaska que obtuvo el título de médico de Medicina Tradicional y como tal trabajo en la Fundación South Central, pero no he ido a la escuela.

P: Su bisabuela conocía el camino que usted iba a recorrer...

Yo me crié con las abuelas sabias, caminé con ellas y aprendí de ellas sin hacer preguntas.

P: ¿Por qué sin preguntas?

La mejor manera de enseñar es sencillamente siendo.

P: Sí, señora.

Todas las abuelas sabían que yo sería una gran sanadora y una líder espiritual, pero la que más confiaba en mí era mi bisabuela, fue ella la que me entregó las trece piedras y las trece plumas de águila, para "cuando las abuelas por fin se reúnan".

P: ¿Todas ustedes tienen visiones?

Sí, yo empecé a tenerlas a los cuatro años y desde entonces tengo el poder de sanar y lo ejerzo, pero le aseguro que yo no hago nada, simplemente me entrego.

P: Eso es mucho.

Nada me pertenece, no tengo nada, todo lo dejo ir y no pienso sobre ello. La contrapartida es que nada me hiere.

P: Pero tuvo un cáncer.

Las enfermedades vienen de la rabia, una rabia sostenida y soterrada se convierte en enfermedad. Yo acumulé ira desde mi infancia. Mi padre murió un mes antes de que yo naciera y siempre lo añore. Y quería tener una nariz hermosa, un perfil como el de Elizabeth Taylor, y bonitos vestidos.