29.3.16

Maestro interior



“En el momento en el que sigues a alguien,
dejas de seguir a la Verdad”
- J. Krishnamurti -

Si tu maestro espiritual te promete dicha continua, el fin de todos tus problemas, libertad de todo tipo de ira, dudas y tristezas; un permanente acceso a estados y reinos superiores, la trascendencia absoluta de todas las preocupaciones humanas… bueno, entonces, tu duda es ingeniosa y contiene una creatividad infinita.

Aléjate de cualquiera que te haga ese tipo de promesas, y no mires hacia atrás. Entonces, serás libre. Porque finalmente habrás confiado en ti mismo, como lo hiciste cuando eras muy joven y aún no te habías dividido en dos: el conocedor y lo conocido, la certeza Vs. la duda. Habrás dejado de ser una copia al carbón de otra persona, comprando los sueños de alguien más, aferrándote a promesas de segunda mano. Serás original de nuevo. Habrás dejado de buscar lo que otros aparentemente tienen, y en cambio ahora descansarás en el Conocer original.

La vieja espiritualidad está muriendo, amigos. La espiritualidad del “Yo estoy más iluminado que tú”, “Yo me encuentro en un estado más elevado”, “Yo estoy despierto y tú no”, “Yo tengo las respuestas”, “Yo he trascendido la ira, el miedo, la duda” - esas enseñanzas de superioridad y separación, enseñanzas basadas en el temor, que le inventan patologías a nuestra humanidad y descartan nuestro dolor, ahora están cayendo por su propio peso. Porque sus cimientos están construidos con miedo, en lugar de compasión, y ya no están siendo capaces de sostenerse a sí mismas ante la cegadora luz de la verdad.

No importa lo que digan, independientemente de lo iluminados que afirmen estar, de los libros que hayan escrito, de los fans o seguidores o discípulos que tengan, del brillo de sus sonrisas y el carisma de sus personalidades; sin importar lo perfecto o lo ‘espiritualmente correcto’ que sea su lenguaje, ellos realmente no saben. Ellos son hijos de la vida, como tú, esencialmente inocentes. Ellos no son la autoridad, no tienen un conocimiento privilegiado, ellos no tienen las respuestas. (¡Y por supuesto que me incluyo a mí mismo aquí!). Ellos sólo pueden compartir su viaje, sus puntos de vista, sus observaciones. Ellos son lo que tú eres, la consciencia misma, y en ese nivel, tú eres profundamente igual. No existe ningún 'club’ para los que ya despertaron. Ninguna ola en el océano es más 'océano’ que otra ola. La vida no sabe de niveles, en ese sentido. La humildad termina llegándole a todo el mundo.

Nadie puede estar 'en’ un estado superior. Los estados vienen y van. Hasta los sentimientos más felices, las altas de más éxtasis, no pueden ser permanentes, así como ninguna ola puede ser permanente en el océano, ni mantenerse fija. Si estás persiguiendo estados y experiencias, luchando por conseguir “la siguiente gran cosa”, terminarás exhausto más temprano que tarde. Y esto es algo maravilloso; es el comienzo de un gran despertar.

Tu agotamiento es sagrado, date cuenta. Tu tristeza no es un signo de tu ignorancia, sino una fresca expresión de vida. Tus temores no son errores. Tu dolor no es una indicación de que te encuentras lejos del despertar, o de que estás siendo castigado por tu ignorancia. Tu anhelo no es algo que tenga que ser erradicado. Incluso tu confusión es sagrada. Y tus dudas te han mantenido flexible, curioso, abierto; te han protegido del dolor más grande de todos: la arrogancia.

9.3.16

Arquetipos

Espero que la humanidad madure, espero que las diferencias y los conflictos fruto de una percepción separada y caduca, referenciada en el pasado o en la proyección futura (ser alguien, obtener aquello que deseo, desligado de la voluntad de lo que ya esta siendo ahora) termine, porque ser(dar) y tener(recibir) son lo mismo en el presente; cuando estas siendo, simplemente reconoces tu herencia, bebes de la fuente de la vida, recibes instantáneamente aquello que te concedes a ti mismo desde tu relación cooperante con la vida. Esta relación se establece desde una ausencia de interés particular, es una relación en el que el foco se desplaza de darle prioridad a lo mio(propiedad privada) a lo comunitario y colectivo. Comenzamos a reconocernos como una familia humana que convive en un mismo punto en la inmensidad del cosmos, es como si todas las células de un cuerpo(en este caso 7.000 millones de seres humanos) estableciesen una relación de cooperación e interconexión recíproca.

Nuestra relación no acaba en "nuestra" pareja, en "nuestros" amigos, en "nuestra" familia..
Nuestra relación es con la VIDA. En este contexto las palabras de Khalil Gibran:
“SOBRE LOS HIJOS” adquiere todo el sentido:
“Tus hijos no son tus hijos
Son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma.
No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo no te pertenecen.
Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos,
Pues ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes hospedar sus cuerpos, pero no sus almas,
Porque ellas viven en la casa del mañana, que no puedes visitar ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerlos semejantes a ti
porque la vida no retrocede, ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual tus hijos, como flechas vivas, son lanzados (…).
Deja que la inclinación en tu mano de arquero sea hacia la felicidad”.


Nuestra actitud para con la vida suele ser de demanda y exigencia, como si la vida estuviese en deuda constante con nuestras necesidades y caprichos, esperando que nos conceda aquello que deseamos, este es un deseo mal comprendido, es un deseo desvinculado de la voluntad de lo que ES, como si la vida fuese un banco a la que le pidieses un préstamo,una concesión,que debe ser devuelta desde el esfuerzo y la lucha por conseguir aquello que te propones, lo que quieres, sin darte cuenta que así estás generando una expectativa, una dependencia condicionada, un gran sufrimiento, una espera,en definitiva tiempo. No se trata de una guerra de buenos contra los malos sino que este proceso que vive la Humanidad es simplemente lo opuesto a la ley natural de la vida, donde entre más se distribuye y comparte de forma ordenada, más abundancia existe.

La gran lección de nuestra época es esta, cuanto más das, más recibes. Los ecosistemas así lo hacen. Como veremos las consecuencias del paradigma neoliberal son devastadoras para la salud ecológica, social, psicológica y económica. La crisis se origina en la confusión de creer que uno esta lleno, cuando no se ven los propios huecos ni se acepta la infinita grandeza de la pequeñez humana. Recuperar la sabiduría perdida, el impulso general por el cuidado de los demás que ha sido sustituido hoy por el afán de dinero y de éxito
  • La concepción sufí del amor: la relación de sana amistad
En la cosmogonía sufí, como en la tántrica, el universo es un inmenso océano de amor, la energía vital que invade todos los cuerpos. Todos los seres, vivos o inanimados, son receptores y emisores de amor pero no son acumuladores. El amor no es objetivizado, no es entendido como una posesión, por lo tanto no incluye la conquista del objeto de deseo ,no es un estanque, sino una corriente; sólo existe el movimiento, y para que entre ha de estar saliendo: la llama amorosa ha de pasarse para que no se extinga. Si se quiere acumular, o retener se escapa. Hay tiempos en los que el amor parece haber terminado, pero estos desiertos del corazón son simplemente el camino hasta el próximo oasis, que es mucho más frondoso y bello después de haber cruzado el desierto. La forma en la que se relacionan los seres humanos incluye el especialismo, en el momento en el que hacen "suya o suyo" a otra persona de forma invasiva, en el momento en el que inician la conquista para atrapar y poseer al otro, se sobrentiende que en este tipo de relación tiene que haber una renuncia a la libertad. Comienza entonces el miedo a la pérdida o el abandono, los celos, el control, la vigilancia obsesiva en el peor de los casos, las demandas y las exigencias para que el otro trate de cubrir de nuevo un vacío primordial que no aceptan en si mismos, por ello son incapaces de estar a gusto consigo mismos en sus momentos de soltería. Como superar el zapping amoroso

Desde la filosofía sufí, la energía amorosa tal como se concibe hoy, ha sido banalizada y desvirtuada: primero, porque en el amor, según la concepción sufí, no se pueden dar los celos; y segundo, porque el amor siempre es desinteresado y los que dicen amar sin ser correspondidos, no aman, sino que están neuróticos. Vamos a aclarar estos dos puntos:
  1. En primer lugar, desde la perspectiva sufí, los celos son imposibles. El amor es un fenómeno sinérgico, es decir, no cumple el principio de conservación de la energía. En la ley de la materia o la energía, cuando tengo 8 y doy 3 me quedo con 5; en la ley del amor, cuando tengo 8 y doy 3 me quedo con 11. Esto es lo característico de fenómenos sinérgicos, o multiplicadores de energía, como el conocimiento o el amor. En el conocimiento sucede que si doy una clase a 30 personas, mi conocimiento pasa a ellos (o a unos cuantos) y yo, no sólo no lo pierdo, sino que normalmente lo aumento. Así es en el amor y por tanto para amar a una persona no he de quitar amor a otras. Ser de alguien en particular, en un sentido de exclusividad implica la renuncia a compartirse con los demás. Además, no se puede amar a una sola persona: o se ama a todo el universo, o lo que se llama amor es un egoísmo a dúo. El todo está antes que la parte y esto es lo que la humanidad debe de comprender.
  2. Por otra parte, desde la concepción del amor sufí, es imposible amar y pasarlo mal, porque el ser o no correspondido es irrelevante. Un amor no correspondido será una irradiación pasajera que se lanza y de la cual se pasa a irradiar hacia otras cosas y personas. Empeñarnos en irradiar hacia una sola persona y que ésta nos corresponda, es estancarnos en una neurosis obsesiva, lo cual no debe considerarse como un amor ejemplar y abnegado, sino como una estúpida negación de la vida. Hay tantos objetos de amor en el mundo, que encerrarse en uno solo es atentar contra el propio flujo de la vida."