15.11.15

Turismo comunitario

El Turismo Comunitario surge  de las comunidades rurales, campesinas,indígenas, mestizas...propias de un país, para generar ingresos complementarios a las actividades diarias (agricultura,pesca,artesanía...) generando así una estructura socioeconómica más justa y equitativa, que promueve el empoderamiento de colectivos en riesgo de exclusión como mujeres,jóvenes,personas con discapacidad...

Quilitoa

Uno de sus objetivos primordiales es el cuidado del uso del patrimonio natural y cultural, desvinculándose así de un turismo masivo, privado,insostenible y descontrolado que genera problemas sociales y altera los modos de vida de las comunidades,amenazando constantemente la desaparición del conjunto de bienes heredados de los padres y la naturaleza, la cual constituye la memoria de los pueblos y el legado de las nuevas generaciones, lo que marca la diferencia de las sociedades y grupos, dándoles un sentido de identidad. Se concibe de esta forma un modelo de turismo alternativo a pequeña escala,basado en la valorización del patrimonio como generador de valor agregado para las poblaciones locales, afirmando la necesidad de revertir el modelo de consumismo por un modelo de desarrollo social, con identidad, económico y ambientalmente sostenible. El vínculo entre el turismo y el patrimonio es directo, ambos se pueden nutrir mutuamente sin generar impactos negativos desde esta cosmovisión local. De este modo cuando un turista de muchos viajes o un ciudadano consciente del mundo elige sumarse al turismo rural comunitario pasa a ser un viajero de andar despacio, un aliado de la autodeterminación y del buen vivir de las comunidades,un consumidor responsable y solidario, un amigo de la Tierra y de la gente de la tierra, un eslabón que motoriza una cadena comercial más inclusiva.



Este modelo surgió como consecuencia de la despoblación, con la marcha de muchos jóvenes ante la falta de oportunidades, y también como respuesta ante la utilización infravalorada de territorios y culturas ,las cuales se habían convertido en una atracción turistica sin recibir ningún beneficio a cambio. Es entonces cuando las comunidades se reunen con las autoridades indígenas en consejos y asambleas comunales y deciden pasar a gestionar directamente esta actividad, organizándose por medio de asociaciones, cooperativas,familias campesinas...En algunos casos ofertan alojamiento en albergues, en habitaciones en sus casas o en pequeñas cabañas al lado de sus viviendas. Hoy en día ofertan un sin número de actividades y atractivos, que tienen que ver con el senderismo, la aventura,conocer los procesos de elaboración del café o el cacao, descubrir entornos naturales singulares (lagos, volcanes, páramos,…), el acercamiento a las tradiciones y cultura de los pueblos originarios,la observación de aves, plantas o animales, el conocimiento de sus actividades productivas, la convivencia con una familia campesina… Estas comunidades son visitadas tanto por la población local como por extranjeros, y se han convertido ya en una alternativa real para el ocio de muchos sectores. En algunos casos venden de forma directa su oferta, por medio del boca-oreja o promocionándose por internet en blogs de viajes, guías turísticas ...En otras ocasiones las comunidades se han organizado en redes, disponen de tour-operadoras profesionales, lo que les permite brindar un servicio de calidad a los turistas, además de acompañar y fortalecer a las iniciativas comunitarias. Es el caso, por ejemplo, de ACTUAR en Costa Rica, TUSOCO en Bolivia, Viva Atitlán en Guatemala o Runa Tupari en Ecuador. Con todas estas tour-operadoras y muchas más en un total de 15 países de América Latina, Alba Sud ha publicado el primer Catálogo Latinoamericano de Turismo Rural Comunitario, editado en castellano e inglés y de distribución gratuita en su Web.

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